DÍA UNO

10 de diciembre 5 am.

Comenzaba la aventura en el aeropuerto de Los Rodeos.

Muchos de nosotros apenas habíamos podido pegar ojo la noche anterior pero eso no impedía que la ilusión y las ganas de aventura hicieran mella en nuestro estado de ánimo.

Entre risas y fiestas facturábamos las maletas y pasamos el control de seguridad dejando sorprendentemente tranquilos, relajados y felices al numeroso grupo de padres que se dieron cita a tan temprana hora en el aeropuerto. ¿Alguien sabría explicarnos el por qué?
El viaje hasta Barcelona fue tranquilo y placentero y tras recoger el equipaje comenzábamos una nueva ruta pero esta vez en guagua, nada más y nada menos que cuatro horas de camino eso si, con las habituales paradas de avituallamiento hasta el ansiado destino, Pas de la Casa.
Les podemos asegurar que, pasen los años que pasen, siempre sorprenden las exclamaciones de los aventureros cuando el Valle del Pas, se abre ante sus ojos, y es que es algo tan diferente de lo que solemos estar acostumbrados en nuestra querida isla.

Pero aquí, no acababa la jornada, nos esperaba el último reto del día: el alquiler del material de esquí. Les podemos asegurar que, esperar en la tienda, probarte el material y después cargarlo hasta el hotel se convierte en ocasiones en una terrible penitencia aunque eso si, aderezada con todo tipo de bromas y chanzas entre nuestros aventureros de turno. Una auténtica odisea.
El día tocaba a su fin y había que reponer fuerzas para lo que se avecinaba y nada mejor que hacerlo que con el abundante bufete del Hotel Guineau, nuestros anfitriones en estos días en Andorra. Aún estamos preguntándonos muchos de nosotros como tanta comida pudo entrar en esos cuerpos, pero quizás sea un asunto interesante a tratar para un próximo programa de Íker Jiménez en Cuarto Milenio.
El cansancio comenzaba a doblegar a algunos de nosotros cuando ocurrió lo más sorprendente del día, lo que nos temíamos, algunos tenían ganas de salir….¿Lograrían hacerlo?
Y hasta aquí podemos contar, porque lo que ocurre en Andorra se queda en Andorra.