DÍA SEIS

Hoja de ruta, sexto día.
Despertábamos a una jornada que prometía ser dura, y no nos referimos a los excesos cometidos la noche anterior (sin comentarios porque, lo que pasa en Andorra bla, bla,bla…) sino porque iba a estar marcada por la devolución del material de esquí y el traslado a nuestro próximo destino en Tarragona.
Tras desayunar nos esperaba la ardua tarea de hacer las maletas y recoger las habitaciones para dejar todo preparado antes de retornar a las pistas. Les podemos asegurar que fue una auténtica odisea y avisamos de que puede ser, solo puede ser que, falte algún guante, alguna gafa o alguno de los calcetines del par, entre otras cosas.
La nostalgia comenzaba a instalarse en el rostro de nuestros protagonistas aún antes de haber disfrutado de la última de las clases de esquí y no creemos faltar a la verdad al decir que esta experiencia ha sido gratificante e inolvidable para todos.
La práctica de este deporte ha sido todo un descubrimiento pues no solo nos ha permitido conocer los límites físicos y mentales, sino que,  también nos ha aportado una inyección de autoestima y confianza en nuestras propias posibilidades al comprobar todo lo que se puede llegar a conseguir con un poco de constancia, perseverancia y esfuerzo.
Tras la devolución del material y el necesario repositorio de energías con el copioso almuerzo, todo transcurrió a pedir de boca.
Un viaje largo pero sin incidentes en el que se alternaban las charlas y las risas con los ronquidos de los más exhaustos que, aprovechaban el viaje para recuperar algo del sueño perdido.
El Hotel de Comarruga nos acogía con los brazos abiertos (cómo se nota que no nos conocen, 😂) y con él la ilusión de un nuevo día en el Parque de Port Aventura.
PD: Sí, tampoco hoy falto el clásico: la enfermería y todo su atento personal nos esperaba una vez más con los brazos abiertos para curar todos esos catarros, dolores de barriga y malestares generales de nuestros cada vez más debilitados expedicionarios. Un nuevo hurra para esas jefas de expedición que abnegadamente asumían esas funciones. Todos seguimos bien, por ahora… 😉