La nieve nos conquista
Érase una vez, en las mágicas montañas de Pas de la Casa .
Hoy era el gran día: ¡nuestra primera aventura en la nieve!
Después de haber alquilado todo el material de esquí ayer (y tras dominar el arte de caminar con esas botas ), estábamos listos para nuestra primera clase en una pista verde.
Pero claro, llegar allí fue toda una odisea. Dividirnos en grupos con los monitores parecía una misión imposible
, y qué decir del acceso a los remontes y al famoso «huevo»
, o funicán, como diríamos en canario.
Hubo risas, confusiones y hasta algún «¡espera, que se me olvidó algo!» mientras la nieve caía sin parar, convirtiendo el paisaje en un paraíso invernal.
La mañana estuvo llena de diversión, caídas (muchas, MUCHAS caídas ), y momentos inolvidables. Cada resbalón se celebraba con carcajadas y ánimos de los compañeros.
Aunque algunos acabaron más en el suelo que sobre los esquís, todos demostraron un espíritu inquebrantable.
Con el estómago rugiendo tras tanto esfuerzo , nos dirigimos al restaurante La Bianca para recuperar fuerzas. Allí, un apetecible menú nos esperaba: pasta
, alitas de pollo asadas
, ensalada
, papas fritas
y fruta
para rematar. La comida fue un festín digno de auténticos campeones de la nieve.
Aprovechamos también para celebrar el cumpleaños de Daniela González Jorge
, quien fue sorprendida con un coro improvisado de felicitaciones por parte de todos los aventureros. ¡Parece que este viaje viene cargado de cumpleaños!
De la noche anterior, solo diremos esto: aunque el cansancio era evidente , muchos de nuestros aventureros aún encontraron fuerzas para salir a explorar la noche en el Pas
. Entre la nieve y las luces de las calles, Pas de la Casa nos regaló un final perfecto para un día lleno de emociones.
Y aunque os hemos contado mucho, recordad siempre: “lo que pasa en Andorra, se queda en Andorra”.